Es conocida la presión que la sociedad de nuestros días ejerce sobre las mujeres. Terminar los estudios, encontrar un hombre, aprender a cocinar, saber bailar en un caño, tener hijos, etc. Menuda tarea, amigos. Una vez alguien dijo que a determinada edad, la mujer que no consigue establecerse en pareja, comienza a sufrir una serie de alteraciones psíquicas que repercuten directamente en su personalidad. Similar a la menopausia, pero en lugar de bajarles la libido, les salta la térmica.
Hace unos días en el subte, una mujer de aspecto un tanto abandonado se sentó a mi lado y sacó de su cartera un libro. Por el collage infantil de la tapa no parecía tratarse de una novela de Cortazar ni de la vida de Miguel Ángel, sin embargo parecía tener realmente atrapada a la muchacha. Luego de algunos intentos fallidos al fin logré leer el título. “Manual de la mina sola”. Al ver este jugoso encabezado, no pude resistirme a indagar en su interior. La miopía que azota mis ojos hace ya varios años, me dejaba leer solamente los títulos de los capítulos. El primer título que leí, me estremeció. El capítulo se llamaba “Vengo cascoteada”. Alcoyana-Alcoyana con la lectora. Tendría 27 pero parecía de 35. Pensé en la mujer y su baja autoestima. Quería pegarle duro y arrojar el libro a las vías. Quería despertarla, aparte de fajarla un poco. Mi ansiedad comenzó a crecer y ella seguía absorta en la lectura. Había marcado con señaladores varias paginas. El segundo título que llegué a leer se llamaba “Aflojando con las cajas de bombones”. La mujer recorría desesperada el libro de un lado para el otro, buscando en sus hojas frases, palabras, respuestas que no le iba a dar nunca un puto libro. El último capítulo que hojeó se llamaba “La depresión del Domingo". No quise mirar más.
Miré a la chica, esperando ver un esbozo de sonrisa o de alivio (quise golpearla de nuevo para que se ría), pero no. Por qué tenía que reírse si lo que leía no era cómico? Buscando después información en Internet, descubrí que el libro había sido escrito por una panelista del programa “Acoso Textual”. Una auténtica boluda que en busca de un tema “hitero”, escribió un monstruo generador de lo que se conoce con el nombre de “Minas Conchudas” (histéricas, egoístas, feministas, chotas para bailar en el caño y demás). Si lo ven en las librerías préndanlo fuego y si la ven a la panelista, préndanla fuego también, porque las mujeres antes que mujeres son seres humanos y ninguna merece pasarla tan como el orto. Bueno, alguna sí.
