Wednesday, May 24, 2006

Saturday, May 13, 2006

TIRO UNA BUENA.

Puede ser una experiencia, una frase, una sensación, una puteada, una reflexión, pero lo que más disfruto, es cuando alguien me “regala” un buen hábito. Hábito entendido como ese modo de actuar distinto a lo que uno haría. Eso que a uno le corre por la sangre con el rótulo de verdad y no le permite ver otros caminos para sortear desde situaciones estúpidas, hasta las cuestiones existenciales más profundas. Rodearse de gente que practica buenos hábitos es una costumbre sumamente recomendable.

Dicho de este modo suena poco natural, pero ojo que esto no es el TEG. No hay manera de planear de antemano con quien juntarse para “sacarle buena data”. Todo lo contrario. El único modo de rodearse de este tipo de gente es siendo este tipo de gente. La sinceridad y la humildad son el pase de entrada a este club. Su política no admite máscaras ya que lo que se comparte sale de las tripas y por una cuestión casi biológica, se responde de la misma manera.
Si señores. Los buenos hábitos son como la gripe y se contagian si uno está con las defensas bajas. Ese vallado de orgullo que uno se construye delante para poder subsistir en una sociedad donde los sentimientos tienen cada vez menos valor y los valores ya casi ni se sienten.

Identificar a estos sabios, escucharlos y aplicar luego sus enseñanzas, siendo a la vez sincero y coherente con uno mismo, es lo más sano que puedo dejarles hoy. No se si habré sido claro, pero me salió de las tripas.